¿Os apetece en este sábado retroceder en el tiempo? Eso es lo que nos propone Midway Arcade, poder volver a un salón de máquinas recreativas en tres dimensiones, con todo lujo de detalles, en el que disfrutar y añorar los “años mozos”. No es la primera vez que podemos disfrutar en nuestros dispositivos iOS de una buena recopilación de máquinas recreativas o juegos “retro”. Lo novedoso de Midway Arcade es que esta vez el viaje en el tiempo está muy bien conseguido.
Tras el salto vamos a dar un paseo por este salón de máquinas tragaperras para ver todo lo que puede ofrecernos. Carguémonos de monedas de 25 pesetas virtuales y vámonos.
Cuando cargamos la aplicación vemos un salón de recreativas de los de toda la vida. En el que nos encontramos tiene dos pisos, y nuestro recorrido empieza por la planta superior.
Nos acercamos al cabinet de Defender, un clásico de matar marcianos y rescatar a la humanidad de terribles alienígenas donde los haya. Podemos ver la cabina del juego en tres dimensiones, y verla en perspectiva mientras oímos de fondo el resto de gente jugando a otras máquinas. Si pulsamos el botón de Play podremos comenzar a jugar.
Cada título incluído en Midway Arcade puede jugarse orientando el dispositivo en posición horizontal o vertical. Los gráficos del juego no han sido actualizados en ninguno de los títulos, por lo que si estás esperando juegos clásicos adaptados a los tiempos que corren tendrás que seguir haciéndolo. Lo que sí que ha cambiado son los controles, ya que en algunos de los juegos podemos seleccionar el control con el acelerómetro del dispositivo, en cuyo caso contaremos con un botón de bloqueo en pantalla para no cambiar la orientación del juego.
Cuando nos cansamos de Defender, podemos acercarnos al siguiente cabinet para jugar al también clásico Spy Hunter. También es posible jugar al mismo utilizando el acelerómetro del dispositivo y, en este caso, nos merece la pena jugar con el dispositivo en posición “documento” en lugar de apaisado.
Siguiente parada: Rampage, uno de los juegos que recuerdo con más cariño, ya que me encantaba jugar solo o en compañía de otros a ser el monstruo de una película de serie B a destrozar todo lo que me encontrara por delante.
La siguiente máquina es Root Beer Tapper, una máquina que reconozco no haber visto en la vida, pero que debe tener bastantes añitos teniendo en cuenta los gráficos del juego. Aquí nos tocará servir cervezas, recoger el dinero de los clientes y las jarras vacías a toda velocidad.
A continuación nos topamos con Archrivals, un juego de baloncesto al que sí jugué en su día pero que no recordaba que se llamara así. El juego sigue conservándose bastante bien para su edad y me he sorprendido a mi mismo echando más de una partida seguida.
Antes de abandonar la primera planta nos encontramos con Joust, otro gran clásico de torneos medievales a lomos de pajarracos gigantes. Hace mucho que no veía este juego así que aprovecho a echarme unas partidas antes de bajar.
Ya en la primera planta, nos encontramos con la primera sorpresa. No sólo podemos jugar a máquinas recreativas, sino que también podemos echarnos unos tiritos al baloncesto. La mecánica es arrastrar el dedo por la pantalla para lanzar la pelota y encestar.
Seguimos andando para descansar y llegamos a la primera compra in-game del juego. NARC, Total Carnage y APB. Como de momento quiero seguir dando una vuelta por el arcade, prometo volver luego y decidir si pago los 0,79 euros para poder jugar a estos tres títulos. De momento sigo andando, y me encuentro con nada más y nada menos que Gauntlet, Gauntlet II y Wizard of Wor. No sé como consigo sobrevivir a la tentación de pagar los 0,79 euros para escuchar eso de “Welcome, green warrior”, pero consigo despegarme de las máquinas y seguir dando una vuelta.
Así, llego a una mesa de billar en la que podemos jugar a meter todas las bolas, dejando la bola negra para el final. Los gráficos son bastante malos, así como el control. No esperéis un juego de billar al que vayáis a engancharos porque no va a ser así. Pero bueno, los billares eran una parte más de los salones recreativos, así que como atrezzo no está nada mal. Como tampoco está mal un juego de air hockey, también con malos gráficos pero que ambienta y ayuda al viaje en el tiempo.
Si seguimos andando llegamos al área de descanso. Un Jukebox nos permite poner música de nuestra biblioteca musical, aunque la misma se pausará cada vez que juguemos a un juego. Y una televisión nos muestra trailers y publicidad de otros juegos. En las paredes, posters originales de las máquinas.
Antes de llegar al balcón donde podemos cambiar los tickets que ganamos en cada juego por premios virtuales (osos de peluche, un coche de regreso al futuro, monopatines) nos encontramos con otro clásico, lanzar bolas para encestarlas en cubos. Si no queremos andar y dar vueltas, con pulsar el botón de la esquina superior derecha podremos acceder a todos los elementos del juego.
Midway Arcade, ¿Merece la pena?
Llega la hora de dar un veredicto sobre Midway Arcade. La verdad es que como viaje al pasado está más que logrado. Todos los juegos, tanto los que vienen incluídos cuando lo compramos por 0,79 euros como los dos packs que podemos comprar por 0,79 euros desde el juego, han sido bien elegidos y son realmente clásicos. Probablemente salgan más juegos como compra (desde aquí pido que salga Marble Madness) y, por una vez, estoy de acuerdo en que se vendan más máquinas y que haya compra in-game. Como lado negativo, el control de los juegos en el iPad no es demasiado bueno. Haría falta un accesorio tipo iCade, el cual no sé si es compatible o no con Midway Arcade, pero si no lo es, ya están tardando en arreglarlo. Aun así, el precio es muy bueno y se nota que se ha hecho con cariño. Funciona en iPhone 3GS y posteriores, iPod Touch de tercera y cuarta generación e iPad, con iOS 4.3 o posterior. Recomendado.
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