A veces adentrarse en los procesos de desarrollo de un producto puede llevarte a contemplar curiosas anécdotas. Aquel primer ordenador de Apple que solamente era una triste placa base, los primeros prototipos del Macintosh y como no el primer iPod o el primer iPhone. En la biografía de Steve Jobs nos cuenta algún dato curioso, pero dicen que una imagen vale más que mil palabras. Y este es el caso del primer iPhone.
Evidentemente no estamos hablando del primer iPhone en si, sino más bien el primer dispositivo en el que se probo los primeros estados del sistema operativo que lo iba a gobernar, casi tan importante como el modelo en sí. Evidentemente el departamento de Hardware y el de Software están separados, aunque tenga que haber comunicación entre ellos, el software necesita ser probado. Y a falta de un dispositivo funcional, es necesario tener algo sobre lo que “ir tirando”.
¿Y que hizo el equipo de software para poder avanzar? Construir su propio prototipo de lo que sería el iPhone. Para ello necesitaban un hardware con algo menos de capacidad y utilizó un PowerMac G3 al cual habilitó una pantalla táctil sobre una Cinema Display y un viejo auricular de teléfono… Un equipo de más de siete años de antigüedad y esto era necesario para intentar emular un hardware más lento, aunque no creo que el Pitufo se despeinara a la hora de hacer correr las primeras versiones de iOS.
Vía | TUAW
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La noticia ¿El primer iPhone? Un PowerMac G3 reconvertido totalmente para la ocasión fue publicada originalmente en Applesfera por Aitor Carbajo.
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