iOS 7 ha confirmado los rumores de un cambio radical en el diseño de todo el sistema de la mano de Jonathan Ive, de eso no hay ninguna duda. Pero los que también esperaban un rediseño de OS X no se lo han encontrado con Mavericks, que sigue con la interfaz a la que todos estamos acostumbrados. Un cambio tan grande en el diseño de iOS debe haber supuesto tiempo para Jonathan Ive y su equipo.
Además, iOS 7 puede cambiar mucho hasta que su versión final sea pública. Este periodo de pruebas servirá como ‘conejillo de indias’ para recoger el feedback de los que se han atrevido a instalárselo. Y mientras tanto, OS X aprenderá de toda la experiencia, ¿y luego? ¿viendo el gran cambio que ha experimentado iOS, qué puede pasar con la interfaz de usuario de los Mac?
Porque una cosa es indudable: OS X lleva ya tres versiones heredando el aspecto y las funciones de iOS. Y por lo tanto, un cambio grande en iOS implica un cambio grande en OS X tarde o temprano. Y seguro que, como mínimo, ya tienen ese cambio en su lista de prioridades.
Mirando iOS 7, podemos imaginarnos un OS X en el que la fuente Helvetica Neue llegue para quedarse y unas ventanas en las que todo rastro de relieve desaparezca. En Mavericks ya no tenemos el skeumofrismo del calendario y las notas ni la textura del lino en algunos fondos, y eso puede ser solo el principio. Ventanas completamente planas, menús emergentes translúcidos…
Lo sé, al principio asusta. Será, como ha pasado con iOS, el cambio más grande que ha vivido OS X desde su lanzamiento. Pero cambiar todo un sistema de sobremesa cuesta mucho más que cambiar un sistema móvil, y por lo tanto tendremos que esperar a la próxima versión. Y es ahí cuando podemos ver otra pieza que encaja, porque ahora mismo estamos ya probando OS X 10.9.
¿Será la próxima versión la 10.10? A nivel de márketing no lo veo muy bien… es una cifra que indica un producto renovado demasiadas veces, aunque podrían aprovechar los dos dieces para llamarlo algo así como ‘doble X’. Pero suena demasiado a película de adultos o un film de Vin Diesel. ¿Y si Apple aprovecha este cambio tan grande para cambiar también el nombre de su sistema?
Casi no nos hemos dado cuenta y Apple ya ha dejado de utilizar gatos para bautizar sus versiones de OS X. Un rediseño como el que ha vivido iOS 7 junto a otras novedades puede ser justo lo que necesita Apple para anunciarlo como OS 11. O algo completamente nuevo unificado con iOS. Todo sería ver qué pasa, pero no me parece una idea descabellada. Pero lo mejor será dejar de mirar tan a largo plazo y ver cómo evoluciona el diseño de iOS 7 mientras dura el periodo beta.
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