Cuando Steve Jobs volvió a Apple allá por 1996 tenía bastante claro que cosas debían cambiar en la compañía, su mano no dudo al cancelar proyectos que no le agradaban y en poner toda la carne en el asador en otros que parecían tener mucho más futuro.
El primer gran cambio, que no tardó mucho en aparecer, fue el salto de OS 9 a OS X. Steve Jobs definió en su momento dicho cambio como sentar las bases del sistema operativo de Apple para los próximos 20 años de la compañía.
Aquel cambio fue denominado como la segunda gran transición de Apple, la primera fue el salto de procesadores Motorola a PowerPC en los 90. Fue un proceso relativamente largo que duró casi 3 años en terminar de completarse puesto que la mayoría de aplicaciones fueron escritas de nuevo en un lenguaje diferente.
Pero en Junio del 2005 Steve Jobs confirmaba un rumor que llevaba más de 2 años sonando en boca de muchos: Apple se enfrentaba a una tercera transición, el salto de PowerPC a Intel.
Era un cambio enorme, a priori, pero lo cierto es que tal y como te contamos hace unos días algunos ingenieros de Apple llevaban desde el 2001 experimentando con versiones de OS X para procesadores Intel, esto unido a un entorno de desarrollo llamado Xcode (el cual ya se encontraba en su segunda generación en aquel momento) hacía el salto algo mucho más simple que los anteriores.
Una cuestión de futuro: potencia por vatio
Algunos ingenieros de Apple habían estado probando versiones de OS X en Intel desde el 2001 aunque el proyecto era más bien una prueba de concepto que una realidad, es decir, un “por siaca“ en toda regla. La jugada parece que fue de lo más astuta puesto que llegado el momento Apple no tuvo problema alguno en lanzar Tiger adaptado para la arquitectura x86.
Pero la principal razón por la cual la compañía decidió dar el salto a Intel fue debido a la proyección a futuro de la arquitectura y en un factor clave: potencia por vatio.
Steve Jobs salió al escenario en 2004 prometiendo un PowerBook con procesadores G5, un sueño que nunca llegó a cumplir. La razón de ello era simple: la arquitectura PowerPC. Dicha arquitectura siempre ha sido famosa por sus grandes números en coma flotante y gran potencia, nadie duda de ello (por algo hasta el momento todas las consolas habían hecho uso de dicha arquitectura), el problema es que no es una arquitectura pensada para dispositivos móviles, y Apple tenía claro que el futuro para ellos era móvil.
Intel mostró a Apple lo que preparaban para los siguientes años, para ellos la potencia bruta ya no tenía sentido y la compañía prefería centrarse en disminuir el consumo de sus procesadores sin necesidad de afectar al rendimiento de los mismos. La idea estaba bastante alineada con la de Apple: similar potencia pero un consumo mucho menor.
Jobs presentaría en dicha WWDC el primer Mac con arquitectura Intel, aunque sería una maquina de desarrollo y no un equipo de venta como tal. Dicho ordenador contaba con las siguientes características:
- Pentium 4 a 3.0 GHz.
- Únicamente desarrolladores destacados tuvieron acceso a la maquina.
- Había que devolverlo después de 12 meses.
- Precio de 999 dólares
La compañía propuso un periodo de transición de 12 meses, mucho más corto que el de las anteriores, es decir en la WWDC’06 Apple habría actualizado toda su gama de ordenadores a Intel y habría lanzado algunos de esos potentes equipos que había prometido hacía un año.
El resultado lo conocéis todos: un acierto que permitió a Apple crear dispositivos tan sorprendentes como el MacBook Air.
¿Veremos una cuarta transición en alguna WWDC futura?
Aunque durante un breve periodo de tiempo la WWDC se convirtió en el “portal” de lanzamiento de dispositivos iOS, la razón de ello era la idea de Apple de potenciar un negocio nuevo, dicha idea ha dejado paso al software puro y duro, tal y como había sido originada la WWDC.
Y al igual que como ocurría a principios de los 2000, ahora contamos rumores sobre una cuarta transición: el salto de Apple de Intel a ARM.
La razón de ello es sencilla: poder controlar aún más los desarrollos de la compañía y controlar al máximo los productos que lanza. La arquitectura ARM está revolucionando ahora mismo los dispositivos móviles, tablets y smartphones. Es una arquitectura que ha evolucionado muchísimo en los últimos años y que ha dado un salto de potencia abrumador.
La propia Microsoft es consciente de ello y no dudó en lanzar una versión optimizada de Windows 8 para procesadores ARM. Lógicamente para Apple la decisión sería ligeramente diferente y la mayor razón para realizar es poder controlar de forma más precisa sus lanzamientos sin depender de nadie.
Ahora mismo Apple espera de forma pausada a los lanzamientos de Intel para poder lanzar actualizaciones de productos que hagan uso de los nuevos chips y ya de paso añadir mejoras secundarias. Si Apple se metiese de lleno en el desarrollo de sus propios procesadores, la compañía sería capaz de decidir cuando lanzar sus equipos sin necesidad de control por parte de compañías externas.
ARM no es aún una tecnología lo suficientemente madura para funcionar en un ordenador, pero no cabe duda que algunas compañías como Snapdragon están dando pasos de gigantes en dicha dirección y Apple será sin duda alguna una de las primeras en contemplar dicha opción.
En Applesfera | Especial WWDC 2013