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Los años difíciles [Especial Historia WWDC]

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WWDC Especial PreOSX

El origen de la conferencia de desarrolladores anual de Apple, o WWDC, se pierde en la distancia que separa la historia reciente de los comienzos de la compañía. Algunos marcan la primera WWDC en 1983, celebrada en Monterey (California). Sin embargo aquello distó mucho de ser el evento que hoy conocemos, y puede ser considerado más una reunión interna de ingenieros de Apple, dispuestos a debatir sobre el futuro de Lisa, y compartir trabajo.

Aunque no podemos tomarlo como el comienzo del evento, sí se puede tratar como punto de partida: una puesta en común de pensamientos y de ideas de distintos grupos de desarrollo que usualmente no trabajan juntos. El valor que aporta eso a cada uno de los asistentes, y por ende a sus creaciones, era interesante. Eso sí, todo controlado mediante contratos de confidencialidad que prohibían a los afortunados asistentes comunicar públicamente todo lo que aprendían en aquellas sesiones.

Aquellos primeros años fueron sin duda la era del software. El hardware, aunque lleno de novedades, no podía avanzar al mismo ritmo que avanza la tecnología hoy en día. Sin embargo, el software que controlaba aquellas máquinas era prácticamente un nuevo mundo por explotar. A finales de los 80 y hasta mediados de los 90, mientras la informática personal comenzaba a ser creíble para el entorno doméstico, los desarrolladores se creían capaces de todo con un ordenador. Por su parte, Apple tenía en el mercado unos fantásticos ordenadores y los sistemas operativos comenzaban a ser lo suficientemente maduros como para que los consumidores entendiesen qué era aquello y qué podían hacer con todo aquello que aportaba esa nueva tecnología.

Los noventa y la importancia del Classic

Sculley Newton

En la conferencia de 1990, Apple quería ganarse la confianza de los usuarios que demandaban portabilidad, ofreciendo a finales de Octubre de 1991 una de las máquinas que más asombró al público de la época: nació el PowerBook con su primera serie 100 y con él, un sinfín de cambios que supusieron un buen golpe en la mesa por parte de la compañía. Apple ya había sacado un par de años antes un Macintosh Portable, pero era caro, pesado y con muchísimos problemas. El PowerBook iniciaba una revolución de nuevos mercados que también se extendería al mundo del software.

Y eso fue precisamente lo que ocurrió en 1991, cuando se presentó lo que internamente se conoció como proyecto “Big Bang”: un sistema operativo que se unía a la revolución multimedia de principios de los 90, y que apostaba fuerte por ello con la introducción de QuickTime, QuickDraw 3D y una interfaz gráfica muy mejorada respecto al System 6.

La actitud imparable de Apple por poner en el mercado nuevos dispositivos sin control llevó a que, en 1992, John Sculley anticipara lo que sería el Newton, una PDA adelantada a su tiempo que no acabó de encontrar su hueco en el mercado. De ésto podemos obtener otra lectura: el bajo apoyo de la comunidad de desarrollo contribuyó a su fracaso. De nada sirve anunciarlo en una conferencia de desarrolladores si no permites que te ayuden.

Entre 1993 y 1996, la compañía acentuó el mal rumbo que llevaba y continuó dando bandazos. El despido de John Sculley por parte del consejo de administración y los años que un casi desconocido Michael Spindler estuvo en Apple como CEO, agravaron los problemas de la empresa que necesitaba más que nunca un timón bien marcado a manos de alguien que supiera donde había tierra firme.

Cyberdog WWDC historia

La salida al mercado de Windows 95, hizo que Apple quisiera demostrar su experiencia dentro de los sistemas operativos con interfaz gráfica, enfatizando el proyecto OpenDoc, un sistema de creación de documentos con posibilidades de composición desde distintas fuentes, enfocado a ser competidor directo del Microsoft OLE (Object Linking and Embedding).

OpenDoc no era mala idea, y Apple evolucionó el concepto con Cyberdog, presentado en la conferencia de 1995. Se trataba de una suite de aplicaciones orientadas a Internet, con programas de email, news (¡que recuerdos!), un navegador web, una agenda direcciones y un gestor FTP con posibilidades “arrastrar y soltar”. Todo ello utilizaba la tecnología OpenDoc de composición de documentos… pero no funcionó.

Microsoft acaparaba rápidamente el mercado con Internet Explorer y Microsoft Office, y ello incluso obligó a Apple a ofrecer una capa de compatibilidad con la tecnología OLE de Microsoft, lo que se tradujo en un consumo de memoria desmesurado para las aplicaciones compatibles con OpenDoc, que estaban ya sentenciándolo a desaparecer. Apple empezaba a perder dinero, desarrolladores y lo que era más importante, el control de lo que quería conseguir. Era el momento de apostar fuerte con una nueva generación del sistema operativo.

Copland, la eterna promesa

Y vaya si lo hizo. El recién nombrado, y sucesor de Michael Spindler como CEO, Gil Amelio copó toda la atención de la WWDC 1996 con el anuncio de lo que debería ser el sistema operativo de escritorio del futuro: el proyecto Copland se presentaba a escena. Amelio presentó más promesas que demostraciones en lo que parecía ser un sistema operativo perfecto para Mac, el primero completamente nativo para PowerPC.

El entusiasmo de los equipos de desarrollo implicado en Apple sin un objetivo claro en el futuro hizo que todo fuera un completo desastre: contínuamente estaban añadiendo nuevas características al sistema que lejos de completarlo retrasaron su salida al mercado casi dos años.

En la WWDC 1996, Gil Amelio entendió de primera mano el efecto catalizador de los desarrolladores, al presentarles una versión inacabada que sólo unos pocos pudieron probar. Aquello fue un completo desastre: características no implementadas, experiencia de usuario frágil y con múltiples errores que incluso implicaban la pérdida de ficheros en disco. Se dice que los empleados de Apple que presentaban las demos tenían que formatear y reinstalar los sistemas de demostración en intervalos regulares, cosa que no causaba muy buena impresión a la gente que debería crear programas para ello.

Lo que debería haber sido un impactante System 8, se tradujo en ciclos cortos de implementaciones de sus características clave como actualizaciones de System 7, que una vez depuradas dieron forma a un Mac OS 8.0 usable que evolucionaría hasta Mac OS 9 en el futuro. Pero Copland sirvió para algo más, aquella terrible experiencia entre Apple y los desarrolladores con su nuevo sistema operativo marcó la historia de la compañía para siempre.

La decisión de Ellen Hancock

Steve Jobs Amelio Hellen WWDC

Cuando Gil Amelio contrató a la matemática Ellen Hancock, de National Semiconductor, para reflotar el proyecto Copland, quizás no esperaba la reacción que tuvo. Lo canceló. Hancock vio inviable continuar con algo tan deteriorado y buscó un inicio fresco: había que buscar un sistema operativo fuera de Apple. Y había dos opciones: Solaris, de Sun o NeXT, de un tal Steve Jobs.

Ella prefería la propuesta de Sun, enfrentándose directamente a Jobs cuando volvió a Apple y queriendo que incluso se utilizara el kernel de Solaris aún después de la compra de NeXT. Su decisión tampoco salió como ella había previsto, pero toda esta cadena de acontecimientos fue lo que consiguió que Jobs volviera a la compañía, que se fundara el nucleo del futuro Mac OS X y que se sentaran las bases para nuevos Macs que deberían reflotar la compañía.

El objetivo de Steve Jobs ya estaba claro, tal y como dijo en 1998:

Ésta será la misión de Apple para el futuro: conseguir productos que nadie más es capaz de ofrecer.

La historia reciente de Apple acababa de dar el pistoletazo de salida. La WWDC contaría, a partir de 1998, con una keynote impartida por Steve Jobs hablando al mundo sobre los futuros lanzamientos, y será muy tenida en cuenta en los años venideros no sólo por la propia Apple, también por la competencia. Estas conferencias de desarrolladores, como veis, han influido muchísimo en la historia de la compañía, forjando el destino y el rumbo de decisiones que no podrían haberse obtenido en ningún otro lugar y momento.

Y sólo acabamos de empezar.

Imágenes | WWDC’98 (Grant Hutchinson, Flickr), Gil Amelia & Steve Jobs, Apple Town Hall – 12 20 96 (Tim Holmes, Flickr)
En Applesfera | Especial WWDC 2013




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