Ayer asistimos estupefactos al agotamiento instantáneo de las entradas de la WWDC 2013, con una Apple vendiendo 5000 entradas en apenas dos minutos. Son buenas noticias porque se nota que la comunidad de desarrolladores quiere estar en primera línea de las novedades de Apple, pero la excusa de “es que no podemos hacer el evento en un espacio más grande” empieza a perder razón.
La WWDC 2013 se considera el evento más importante de Apple del año, y por ello se celebra en el recinto más grande e importante de Silicon Valley: el Moscone Center de San Francisco. Gracias a eso Apple puede vender unas cinco mil entradas y celebrar su keynote en un teatro con centenares y centenares de plazas. ¿Pero puede la compañía mejorar lo actual cuando lleva años diciendo que no puede?
Ahora mismo Apple se está dedicando a intentar solucionar el problema que se ha generado a corto plazo, que es compensar a los miles de desarrolladores que aún estando preparados no pudieron comprar su entrada debido a un error de la web provocado seguramente por el enorme tráfico de usuarios. Algunos de esos desarrolladores están recibiendo una llamada con una buena noticia: la WWDC registró el error y ha reservado entradas para ellos, con lo que el mal trago de ayer se convierte hoy en una alegría para ellos.
Pero aun así quedan todavía muchísimos desarrolladores decepcionados alrededor de todo el mundo, que ven que aún estando dispuestos a gastarse más de un millón de las antiguas pesetas para viajar y alojarse en San Francisco y asistir a la WWDC no pueden. Ya opinan incluso que la WWDCdebería dejar de celebrarse como tal. Miremos las cifras: la WWDC puede recibir a cerca de cinco mil desarrolladores pero hay más de 300.000 por el mundo. ¿Hay algún modo de mejorar este panorama que tiene pinta de empeorar en las próximas ediciones?
Por supuesto, aunque implicaría dar un paso atrás en el modus operandi que Apple tiene a la hora de celebrar eventos.
En vez de celebrar un sólo evento anual en el que todo el mundo tiene que viajar a un punto en concreto, Apple podría celebrar más eventos WWDC localizados como ya hacen con otros eventos. Imaginaos este escenario: un evento WWDC anual localizado en San Francisco como buque insignia, pero además una WWDC en Europa, otra en Asia, otra en América del Sur…
Pensad en las ventajas:
- Más desarrolladores podrían asistir a los eventos, y de forma más repartida. Más personas tendrían las mismas posibilidades que esos afortunados cinco mil profesionales que han conseguido una entrada.
- China o el Brasil son mercados emergentes y muy potentes, con lo que un evento ahí activaría mucho a la comunidad local de desarrolladores (precisamente Apple les animaba recientemente a traducir sus aplicaciones a todos los idiomas que la compañía soporta).
- Sí, todo esto costaría dinero, pero todos sabemos que el dinero no es un problema para Apple. Además, teniendo en cuenta los beneficios que se pueden generar, se podría considerar como una inversión.
Apple decidió hace unos años retirarse de la MacWorld y la Apple Expo, que eran ferias donde desarrolladores y profesionales de otros sectores del mercado de Apple aprovechaban para reunirse y asistir a una keynote de la compañía donde se presentaban novedades. La Macworld era en San Francisco, pero la Apple Expo era en París. ¿Por qué no volver a hacer algo así con eventos propios para resolver la enorme demanda de los desarrolladores? Lo de dejar atrás ferias de terceros quizás fue una buena idea en su día, pero con el boom de iOS la comunidad de desarrolladores ha crecido demasiado como para centrarlo todo en un sólo evento que se celebra en un sólo sitio cada año.
Tampoco estoy pidiendo una WWDC al lado de mi casa: pero repartir novedades y eventos para desarrolladores descentralizando la actividad de la compañía y repartiéndola en sitios clave como Londres/París, Tokyo/Pekín, Brasilia/Rio de Janeiro y Nueva York/Washington además del evento principal de San Francisco no sería una mala idea.
Imagen | Jon Manoogian III
En Applesfera | Lo que probablemente veremos en la WWDC 2013 y lo que no veremos hasta más tarde