John Sculley es una figura bien conocida en la historia de Apple. Fue el propio Steve Jobs quien lo convención para que abandonase su puesto al frente de Pepsi y se uniese a Apple, y aunque al final el tiro le salió por la culata a Jobs (viéndose forzado a abandonar su compañía hasta su oportuno regreso años después), nadie podrá negar que durante su gestión consiguió multiplicar por diez las ventas de la manzana.
Durante una entrevista este mismo mes, Sculley manifestó la opinión de que Apple está experimentando un período de escasa innovación, una opinión que ha matizado en una segunda entrevista más reciente asegurando que en realidad no es culpa de Apple.
No creo que se deba a que Apple ha perdido su habilidad para innovar. Pienso que no tiene que ver nada que ver en absoluto con Apple, sino con el estado actual de la tecnología.
La ley de Moore se ha cumplido al pie de la letra durante 40 años. Realmente necesitas algo así como una generación entre cada gran innovación y la siguiente, y en la actual todo gira alrededor de la nube. Solo puedes subirte a la ola cuando hay grandes olas, y hay momentos cuando la tecnología está lista para que los innovadores hagan algo espectacular con ella, y otros en los que tan solo pasas el rato esperando la oportunidad hasta que llega la siguiente gran ola.
Sculley cree que la “siguiente ola” será el vídeo en el móvil, y aunque actualmente ya podemos grabar e incluso hacer streaming de alta calidad, el ex-CEO de Apple piensa que tan solo estamos en el principio de eso. Además, también apuesta por la integración de sensores en nuestra ropa, y en contra de los rumores, no opina que las Smart TVs vayan a suponer ninguna revolución. Es más, considera que el Apple TV ya es bastante bueno en la actualidad y que no es un campo que vaya a dar mucho más de si.
Finalmente, Sculley ha asegurado que si hay alguien capaz de alinear los astros para el siguiente bombazo ese es Jonathan Ive, el vicepresidente de diseño y responsable de interfaz humana en Apple, de modo que no cree que los chicos de Cupertino tengan nada de lo que preocuparse.
De revolución en revolución y tiro porque me toca
Las reflexiones de John Sculley sirven como pretexto perfecto para poner sobre la mesa un tema no lo suficientemente discutido: el pedestal en el que incluso los detractores de Apple ponen a la compañía y las expectativas imposibles de cumplir que los propios usuarios generamos.
Apple ha estado al frente de algunas de las revoluciones tecnológicas más importantes de nuestro tiempo: el nacimiento de los ordenadores personales con el Apple II en 1977, las interfaces gráficas con el Macintosh en 1984, el modo de consumir y escuchar música con el boom del iPod e iTunes en 2001, el renacimiento de los teléfonos inteligentes con el iPhone en 2007 y el anuncio de una nueva era “Post-PC” con el iPad en 2010.
1977, 1984, 2001, 2007 y 2010. Siete años de la primera a la segunda; diecisiete de la segunda a la tercera; seis más hasta el iPhone y otros tres para el iPad pese a llevar en desarrollo aún más tiempo que el teléfono de la manzana. Cualquier directivo vendería su alma al diablo por haber protagonizado cualquiera de estas revoluciones, pero como veis, no son algo que se vean a diario.
Sí, entre medio también ha habido algún que otro lanzamiento digno de mención como Mac OS X o el iMac, y sin duda algunos productos han brillado más que otros dentro de su misma familia (el iPod nano, el primer Mac Pro o el MacBook Air por mencionar tan solo algunos) pero en grandes rasgos encontramos que incluso una de las compañías más innovadoras del planeta tan solo puede hacer honor a su fama una vez cada, pongamos, seis años.
Y ya no es una cuestión de si es justo o no exigir que cada iPhone sea una revolución, sino de si es realista. Nadie puede revolucionar el mercado cada año, y mucho menos una nueva industria. A lo más que podemos aspirar es que cada iteración de un producto incluya suficientes mejoras incrementales como para hacerlo interesante a quienes no lo habían comprado antes (o cada dos o tres generaciones para los que sí).
La revolución vendrá, este año o el que viene, de Apple o de otra compañía, pero mientras tanto, disfrutemos de lo que tenemos respondiendo a dos sencillas preguntas: ¿qué hacíais con vuestro teléfono hace cinco o seis años atrás? ¿os imaginabais tumbados en el sofá navegando por internet o disfrutando de una app en vuestro tablet? Quien sabe lo que estaremos haciendo dentro de otros cinco años.
Vía | Cult of Mac
En Applesfera | John Sculley, ex-CEO de Apple, opina que Apple debería rehacer su forma de producir el iPhone