El iPod Classic es, hoy por hoy, el único reproductor de Apple que permite a muchas personas con una buena biblioteca musical llevarse todas sus canciones consigo. Hace tiempo ya que hablé en Applesfera sobre cómo Apple debería “reinventar la rueda“ del mismo, ya que las opciones del iPod se habían multiplicado y el paradigma de la rueda se había quedado corto para la navegación y selección. Tras una buena sequía en lo que a actualizaciones se refiere, ya que la última fue en septiembre de 2009, creo sinceramente que no debería sólo reinventar la rueda del reproductor, sino que Apple debería reinventar todo el iPod Classic. En esta entrada voy a reflejar algunas ideas que relanzarían el interés por el iPod Classic. Incluso si no lo quieren llamar iPod Classic, pero ya llegaremos a eso en la entrada.
En primer lugar, el iPod Classic cuenta con una capacidad de 160 gigas. De acuerdo con la información de Apple, esto equivaldría a 40.000 canciones, 200 horas de vídeo o 25.000 fotografías. Bueno, claro está que depende de la resolución y calidad del vídeo y de las fotos, y también de la compresión de los archivos musicales. Pero 160 gigas son muchos gigas, y si en algo se quedan cortos los dispositivos tipo iPad o iPhone es en capacidad. Muchos de vosotros estaréis leyendo estas líneas desde un dispositivo portátil, y seguro que muchos de vosotros desearíais tener más capacidad en dicho dispositivo. Yo tengo 32 Gb en mi iPad y, si tengo que descargar muchas fotos en caso de estar fuera de casa, me veo obligado a llegar a un compromiso sobre qué aplicaciones y qué música borrar en el mismo.
De hecho, y respecto al iPad, hasta que no descubrí algunas aplicaciones de reproducción de música en el tablet de Apple ni siquiera me había planteado cargarle música, dejando dicha tarea al iPod. Pero la verdad es que muchas veces tengo que borrar los 10 Gigas que tengo reservados para tal fin y poder guardar mis fotografías u otros contenidos. Pero vamos a hablar del iPod Classic.
La primera idea sería que el sustituto del iPod Classic tuviera Wi-Fi y que pudiera ser utilizado desde otros dispositivos como disco duro de red y acceder al mismo por Wi-Fi. Por ejemplo, guardar la música en el iPod y no preocuparnos por llevarla en el iPad, ya que podríamos conectar el iPod Classic a la misma red inalámbrica y acceder desde todos los dispositivos de dicha red a los contenidos del iPod. Esto realmente sería genial, sin necesidad de iCloud ni de estar atados a internet. Si pensáis que iCloud y tener la música en la nube es la mejor de las soluciones, iros a un sitio con mala calidad de internet y veréis qué rápido cambiáis de opinión. Algo así como un Pogoplug, pero con Wi-Fi.
Otra posible funcionalidad sería contar con Airplay, un dispositivo que pueda enviar sin necesidad de cables todo lo que albergue en su interior. De esta forma, podríamos reproducir vídeo y audio en cualquier dispositivo compatible con dicho protocolo desde el iPod Classic.
Siendo mucho más modestos en nuestras pretensiones, sería bueno incluso si pudiéramos conectar el iPod Classic al iPad. No lo intentéis, ya he probado a hacerlo con el Camera Connection Kit y el resultado es el que podéis ver en la imagen anterior.
Otra de las áreas de mejora sería la posibilidad de orientar el iPod Classic hacia la alta fidelidad, mejorando los componentes para tener una salida de audio de mayor calidad e incluso incluyendo salidas digitales. También, aunque esto ya es muchísimo más complicado, que contase con una salida HDMI para su conexión a un televisor. Digo que es más complicado ya que entraría en conflicto con el Apple TV, así que de esto nos podemos ir olvidando.
Lo que sí que está claro es que, si en un iPod nano han conseguido meter una pantalla táctil para su control, en el iPod Classic se puede hacer lo mismo y mejor. La pantalla del iPod nano es de 1,54 pulgadas, la del iPod Classic es de 2,5 pulgadas, por lo que podría sustituirse la pantalla por una táctil e incorporar la accesibilidad del iPod con pantalla más pequeño en el de mayor capacidad. Muchos de vosotros decís amar la rueda del iPod, pero la selección por menús es un dolor, sobre todo si tenemos muchas canciones y/o vídeos. Podría conservarse la misma para las opciones básicas de reproducción, como el volúmen, cambio de canción, pausa, etc. y la pantalla táctil para el resto de funcionalidad.
Y os dejo con una idea todavía más loca, que el “nuevo” Classic fuera un accesorio del iPod nano, que pudiera aumentar la capacidad del mismo gracias a un dock en el que pudiéramos insertar el nano y contar con más batería, más funciones y sobre todo más capacidad. Bueno, ahí lo dejo. Veremos si el Classic acaba por morir o por renacer cual ave Fénix, aunque me temo que las posibilidades son escasas. En realidad, creo que habría que matar al Classic tal y como lo conocemos. Bautizarle con un nuevo nombre y dotarle de un disco duro de red por Wi-Fi con capacidades de reproducción desde el propio dispositivo, con una nueva interfaz no limitada a la rueda táctil.
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