Bruce Tognazzini ya no trabaja en Apple, pero fue su empleado número 66 desde 1978 hasta 1992 trabajando codo con codo con Steve Jobs. Eso, junto al hecho de que fundó el Grupo de Interfaces Humanas de la compañía, le convierte en todo un veterano. Ahora trabaja en el grupo Nielsen, pero Bruce ha publicado recientemente sus impresiones acerca de lo que puede ser capaz de conseguir Apple con un “iWatch”.
Tras el smartphone llega… el smartwatch
Sus comentarios no se quedan en un mero “iPod nano en forma de reloj con receptor Bluetooth y con Siri” que muchos pensaban. Bruce cree que un reloj de pulsera fabricado por Apple tendría muchos más beneficios de los que la mayoría se imagina, siendo uno de ellos la posibilidad de afinar los datos de sus mapas a partir de los reportes de todos los relojes al mismo tiempo.
Otra función interesante es que un usuario podría ahorrarse el tener que introducir su código de desbloqueo siempre que lleve el reloj puesto. El iPhone podría, de algún modo, detectar el reloj enlazado a la misma cuenta de iCloud y así darse cuenta de que no está siendo usado por nadie ajeno. Sí, nos pueden robar el reloj, pero ganaríamos bastante en comodidad.
Más características: una opción para que el reloj, mediante Siri, nos ayude a localizar el teléfono. Ideal para cuando lo hemos perdido por casa y tenemos prisa por salir a la calle. Además la sola inclusión de Siri también da lugar a muchas otras opciones, sólo hay que hacer volar la imaginación y dividir opiniones entre si el reloj sería un dispositivo autosuficiente o sería un accesorio que dependería el iPhone y el iPod touch.
¿Complicado e improbable? Sí, ¿imposible? No
Bruce termina recordando que un reloj de Apple puede ser una revolución en un mercado que tiene las mismas características que el de los móviles pre-iPhone: estancado en lo clásico y con innovaciones que no han sabido avanzar. Apple podría aprovechar para presentar un dispositivo que abandone los diseños llenos de botones y complicaciones de muchos relojes actuales para innovar con un dispositivo fabricado en cristal curvo (algo que ya es posible hacer y que precisamente Apple está investigando), que se pueda cargar sin cables y que se pueda manipular usando gestos incluso fuera de la pantalla. Un reloj de Apple en un mercado como el de los relojes de pulsera de hoy en día lo pondría todo patas arriba.
Lo que sí es cierto es que las patentes que ha ido publicando Apple últimamente le van que ni pintadas a este hipotético reloj, y viendo las correas para iPod Nano que se vendieron en su día también se ven las ganas de los usuarios de ver algo así.
Vía | 9to5Mac
Imágenes | Nicolas Nova, Brett Jordan y Jeff Golden