Curiosa historia la de Wayne Dobson, un señor de 59 años natural de Las Vegas acosado constantemente a causa de una jugada de la tecnología por usuarios que han perdido sus smartphones. Aplicaciones como Buscar mi iPhone de Apple se han convertido en el mejor aliado de los usuarios en caso de pérdida o robo, permitiéndoles localizar sus teléfonos o advertir a las autoridades de la localización del presunto ladrón gracias al posicionamiento GPS y/o la triangulación de antenas… pero el sistema no es infalible.
La señal GPS no es capaz de penetrar los tejados y construcciones por lo que una vez dentro de una casa el sistema recurre a las antenas de telefonía para ofrecer una ubicación aproximada. El problema es que la precisión que se obtiene mediante este método no es de unos pocos metros como ocurre con el GPS sino que amplia el radio considerablemente, especialmente en determinados lugares con una configuración de antenas determinada.
Y esto es lo que parece ocurrirle a Dobson. La casa del pobre hombre está construida justo en el punto donde el sistema triangula la señal de toda la zona dirigiendo a la puerta de su casa a quienes acaban de sufrir un robo o pérdida, llueva o haga sol, esté comiendo o durmiendo, no hay descanso para Dobson, quien incluso ha tenido que recibir a la policía en más de una ocasión.
Sprint, la operadora de todos los terminales extraviados reconoce que se trata de un desafortunado incidente, y asegura que está trabajando para dar con la solución al problema. Mientras tanto, Dobson tendrá que durmiendo los fines de semana cerca de la puerta para perder el menor tiempo posible abriéndola y explicando una y otra vez la misma historia: “Yo no tengo tu teléfono”.
Vía | The Verge