Hace unas semanas publicábamos en Applesfera una entrada en la cual se hacía alusión a una de las frases estrellas de la presentación de Steve Jobs sobre el iPhone: “Estamos cinco años por delante del mercado“. Razón no le faltaba, era una de esas frases que rompían a cualquiera y que además era, hasta cierto punto, verdad.
Pero tal y como comentábamos en dicha entrada parece que Apple se ha quedado atrás y esos 5 años de ventaja han pasado, pero Apple sigue en el mismo sitio mientras que el resto de compañías han sabido ponerse a la altura. Seamos sinceros, Apple lo empieza a tener muy complicado y la semana que viene vamos a ver una de las Keynotes con mayor tensión de los últimos años: Apple se la tiene que jugar.
iPhone+iOS: un ecosistema que pierde fuelle
La clave del éxito de Apple durante los últimos años en su plataforma iOS ha sido bastante simple y se podría resumir en tres pilares claves:
- Dispositivos avanzados con una buena relación prestaciones/pretensiones. Y es que hasta la fecha, casi ningún dispositivo lanzado por Apple que hiciera uso de iOS integraba ninguna característica realmente rompedora, tal vez la pantalla Retina fuese la única en su día, pero el resto de equipos siempre ha sabido sacar el máximo partido de tecnologías ya integradas en otros dispositivos y que realmente no tenían nada de novedosas, aunque el “efecto Apple” consiguiera dicha sensación. Pero una cosa no se le puede negar a ningún equipo de Apple lanzado hasta el momento: presumir de acabados. Y es que a pesar del precio elevado de todos ellos, hasta el momento todos los equipos de la manzana han sabido presumir de acabados.
- Un buen montón de aplicaciones. Aunque tuvimos que esperar hasta la segunda versión del terminal para verlas, las aplicaciones llegaron en el momento preciso. Apple supo planificar muy bien la jugada y eso le ha servido para presumir de ser la “mayor tienda de aplicaciones móviles” durante un buen tiempo. Dicha imagen también sirvió para atraer a los desarrolladores y empresas: era la novedad y todos tenían que estar allí para ser alguien.
- Fidelización del cliente. La mayor arma de Apple y la cual lleva usando más de 30 años, prácticamente desde el nacimiento de la compañía. Al principio eran los rebeldes, luego los diferentes y por ultimo los cool. Apple siempre ha vivido de las minorías y siempre lo hará ya que son su público preferido y el cual siempre, ante cualquier duda, les van a ayudar. El rebelde se sentirá identificado con la compañía al saber que son una minoría, los “raros/diferentes” evitaron la banca rota de la compañía en los 90 y gracias a los movimientos de diseñadores y de otras minorías el iPod y posteriormente los Macs se convirtieron en ese objeto de deseo. Estas masas de gente no sustentan la compañía económicamente hablando, como decía son minorías, pero sirven como catalizador para las masas. Todo el mundo quiere ser rebelde, diferente y moderno. En un mundo en el que otros 300 millones de personas tienen tú mismo teléfono, tú te sigues sintiendo un rebelde por llevar un iPhone.
Pero los tres pilares, a excepción del último, se empiezan a desmoronar de forma rápida y los últimos lanzamientos dan buena cuenta de ello.
- El iPhone ya no es un dispositivo avanzado. No hay ninguna característica realmente diferente a la de cualquier otro terminal del mercado, una pantalla de reducidas dimensiones (a pensar de tener una buena resolución), un terminal de similar potencia a otros, mismo tamaño de memoria, botones, cámaras… ¿hay algo que haga único al iPhone ahora mismo? Si llevar una manzana en la parte trasera e iOS (esto es importante para unas minorías, pero no para el publico que simplemente quiere WhatsApp).
- En casi cualquier sistema podemos encontrar las mismas aplicaciones. No lo vamos a negar, lo dejaba claro en una entrada hace semanas, iOS cuenta con grandiosas apps de muchísima calidad y algunas de ellas exclusivas de la plataforma. Punto. Pero el resto de aplicaciones “genéricas”: clientes de redes sociales, programas de consulta, juegos, aplicaciones de bancos, supermercados, compañías privadas…. prácticamente todas se encuentran disponible para cualquier plataforma y lo que es peor: todas son idénticas. Teniendo ahora mismo dos grandes sistemas operativos móviles y un tercero en discordia, los desarrollos rara vez se centran en una plataforma única, si una compañía X decide lanzar una App para acceder a su banco, lo hará con una aplicación “contenedor” la cual hará uso de tecnologías genéricas para mostrarse de forma idéntica en todas las plataformas que pueda y sin necesidad de invertir tiempo adaptado diferentes tecnologías.
- La fidelización del cliente también se da en otras plataformas. Si piensas que no existen fans de otras marcas estas bastante equivocado. Siempre han existido fans de los televisores de Sony, los ordenadores Dell, los móviles Nokia… desde luego estas compañías no han sabido aprovechar como Apple dicho tirón, pero fans tienen. Precisamente con una idea similar hay cada día más fanáticos de Android, y como todo los hay con raciocinio y otros sin ello, que no abandonarán nunca la plataforma.
El resto del mundo espera mientras no esconden la piedra
Y es que en los últimos dos lanzamientos de productos, iPhone, de Apple hemos visto el mismo comportamiento. Mientras que antes parecía que las compañías esperaban a ver que presentaba Apple para intentar en su medida ofrecer un producto de similares pretensiones, ahora se ha dado la vuelta a dicho efecto.
Las empresas saben que no hay nada que temer y que precisamente ser “diferente” a Apple y su concepto puede ser una estrategia de mercado mucho más interesante. La persona que ama un iPhone no se va a comprar un nPhone de la empresa N, va a volver a comprar un iPhone. Pero si la empresa N decide apartarse de la visión de Apple y ofrecer un producto llamado L con un concepto ligeramente diferente, entonces el usuario valorará dos alternativas que aportan diferentes conceptos y podrá decidirse por cual es la mejor desde su punto de vista.
Apple llega tarde: Nokia, Samsung, HTC, Sony, Amazon… todas las compañías punteras del momento han decidido lanzar sus nuevos equipos este mes (o incluso hace unas semanas), precisamente al mismo tiempo que Apple, y no se puede negar que todas ellas han puesto el listón altísimo: nuevas tecnologías, buenos diseños, grandes pantallas, potencia… el iPhone ya no es el equipo de la discordia, es un terminal más.
¿Podrá aguantar Apple el tirón por más tiempo? No tengo dudas en una empresa que se ha reinventado 3 veces, pero nos lo tiene que demostrar en poco menos de 6 días. Ya no existe tiempo de espera, es ahora o nunca: Apple debe de jugarselo todo a una carta y esa carta se llama iPhone 5.
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