A comienzos de este año os informábamos que los problemas que tuvo Apple lanzando el iPhone 4S en China. Las colas exageradamente largas y un enorme número de revendedores que usaban el lanzamiento para ganar dinero fueron los detonantes de altercados, y a Apple le quedó clara una cosa: la situación en China es especial y había que tomar medidas. Estas medidas se han dejado ver en el lanzamiento del iPad de tercera generación en el país asiático, donde un nuevo sistema de reservas ha impedido que se acumulen clientes y revendedores en las Apple Store.
Sólo hay que ver la fotografía superior para apreciar la poca gente en las colas. Con el nuevo sistema un cliente tiene que registrarse y solicitar el modelo de iPad que quiere comprar y la tienda donde quiere hacerlo. Tras terminar la solicitud el sistema le dice al cliente que tiene que venir a una hora en concreto, repartiendo eficientemente a todos los compradores a lo largo de toda la jornada y evitando que se acumulen a primera hora de la mañana.
Los revendedores, como las colas de clientes ya no son tan largas como las de antes, son desenmascarados más fácilmente. Además, todos los clientes deben ir debidamente identificados. El resultado ha sido un lanzamiento del iPad mucho más pacífico que el del iPhone 4S, aunque con mucha menos multitud de lo que estamos acostumbrados a ver en el resto de países.
Es precisamente por este último hecho, el que la gente venga más repartida durante el día y no haya tanta multitud, por el que dudo de si este tipo de sistema de reservas se expandirá por el resto del mundo. A Apple le viene bien que se junten muchísimas personas para poder comprar sus nuevos dispositivos por la repercusión mediática que tiene, así que quizás depende de lo civilizado de los clientes y de si hay demasiados revendedores. Lo comprobaremos cuando el próximo iPhone salga a la venta en otoño.
Vía | The Next Web